jueves, 25 de abril de 2013

Atender al cónyuge diariamente

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser”
(1 Corintios 13.4–8).




El Matrimonio es la unión creada por Dios y también es la hermosa representación del amor de Cristo y su Iglesia.

El Matrimonio al ser obra de Dios resulta constantemente atacado por el mundo, criticado y desvalorado. Al grado de que muchas veces las personas consideran mejor la unión libre, los noviazgos de varios años, los divorcios, separaciones, entre otros asuntos, que sólo dañan y destruyen el Matrimonio.

Dios nos habla claramente a través de su palabra, la Biblia, que él creó al Matrimonio.

Y dijo: Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa, y los dos serán una sola carne. Así que no son ya mas dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.
(Mateo 19:5,6)    


Algo que está pasando desde el principio en los Matrimonios, es que son fuertemente atacados.

Por ejemplo se observa cómo se critica individualmente a los miembros de un matrimonio, por "estar ya ligado a alguien", otras veces, dentro del matrimonio, los hijos e hijas son el tema principal, distrayendo así la atención mutua entre los cónyuges; en otras ocasiones la presión por los compromisos de casa, pagos, renta, etc. se vuelven más importantes que la pareja; también los asuntos laborales o académicos llegan a entretener a los cónyuges, que ya no se esfuerzan en el cuidado y atención de su pareja; estos son sólo algunos ejemplos de la forma en que los matrimonios son atacados.

El problema radica en que a otros asuntos se les da la importancia y prioridad, más que al matrimonio. Si bien muchas de las veces todo lo externo que se hace, es con el fin de tener un bienestar personal y por ende, familiar, eso no excluye el hecho de que también se debe tener un tiempo especial, único y exclusivo dedicado al cónyuge.

A hombres y mujeres se nos manda cuidar de nuestro esposo o esposa, todos los días de nuestras vidas.

Aquí dos versículos que especifican claramente este asunto:

Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
(Efesios 5.28).


Ella le trae bien y no mal todos los días de su vida.
(Proverbios 31:12)

Es decir que diariamente el hombre debe procurar a su mujer, atenderla, ver por que se sienta y esté bien, porque ella es como su cuerpo, al cual el hombre cuida diariamente, los sustenta, lo alimenta, lo trata bien. Así el hombre debe hacer con su esposa. Que ella se sienta amada por él y reciba de su esposo solamente bien. Porque el hombre cuando siente dolor en su cuerpo, lo atiende, le hace descansar, etc. con el fin de que su cuerpo se rehabilite; de esa misma manera debe proceder con su esposa, cuidarla, protegerla y amarla todos los días.

A la mujer se le dice lo mismo, pero en otras palabras: "Le da ella bien todos los días de su vida", es decir que diariamente la mujer debe atender y cuidar de su esposo, darle bien, que él se sienta valorado y complacido con ella. Ella debe entregarle lo mejor a su esposo.
La mujer debe cuidar que su esposo reciba todos los días bien, de parte de ella. Que él se sienta confiado y satisfecho por tenerla a su lado.


miércoles, 17 de abril de 2013

Obedeciendo la voluntad de Dios




Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.

Job 2:10


Tú que quieres servir a Dios y hacer su voluntad:

Nos encontramos en un sistema que incita a la gente a buscar el éxito, el progreso, la superación, etc., en resumen: "alcanzar el bienestar personal", sin tomar en cuenta cual es la voluntad de Dios.

El mundo no quiere hacer caso a la voluntad de Dios; no quiere aceptar que finalmente es Dios quien determina lo que depara el futuro. En muchas ocasiones hacen creer al ser humano, que él puede controlar su destino y el destino de este mundo.
Le hacen creer que puede lograr todo lo que se proponga y cuando así lo quiera.
Entre las filosofías que promueven este tipo de ideas, se encuentra el coaching, la ley de la atracción, la que dice que el universo conspira a tu favor, etc.

Que Dios sea el soberano y controlador de todo, en ninguna manera contradice el hecho de que el ser humano tiene la libertad de tomar decisiones, ya sean buenas o malas, pues al haber sido hechos a semejanza de Dios (Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza... Génesis 1:26), al ser semejantes a nuestro Creador, poseemos la libertad (como él la tiene) de decidir. 

Por lo que respecta al devenir y los sucesos que acontecen en este mundo, es Dios quien tiene el control final; él decide lo que ocurrirá y lo que no.

Por eso dice en Santiago 4: 13-15

13 ¡Vamos ahora! Los que decís: Hoy o mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, compraremos y venderemos, y ganaremos;
14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque, ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto o aquello.
  
Por ello nosotros debemos reconocer que quien determina esto o aquello es Dios y, nuestro deber es obedecerle  y cumplir su voluntad.

Para conocer y entender su voluntad, hemos de ir a las Escrituras y con humildad pidamos sabiduría, para entender cual es su voluntad para con nosotros.

El mejor ejemplo de sometimiento a la voluntad de Dios, es el que nos mostró nuestro Señor Jesucristo:

41 Y Él se apartó de ellos como a un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,
42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Lucas 22:41-42

 
No nos cansemos de hacer su voluntad, aunque en algunas ocasiones parece que el incrédulo es recompensado, mientras que al creyente le pasa el daño. Pero hemos de recordar lo que dice el Salmo 37:1-5.

1 No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
2 Porque como el pasto serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán.
3 Espera en Jehová, y haz el bien; y vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado.
4 Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.
5 Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará.


No corresponde a nosotros (criaturas de Dios) altercar con él, por el fin que ha designado a su creación. Pues recordemos que lo que ahorita vemos, no es como es en realidad, pues solamente Dios lo sabe:


Y ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido.
1 Corintios 13:12


Por eso es que no entendemos por qué suceden algunas cosas, pero es aquí donde hay que estar firmes y sujetarnos a la voluntad de Dios, sabiendo que él quiere nuestro bien.

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11


En nosotros está el cumplir y obedecerle, para hallar gracia delante de él y alcanzar así, el verdadero bienestar.

A donde quiera que Dios nos envíe, nos ponga o permita que desarrollemos tal o cual actividad.  Ahí estamos obligados a obedecerle y de esa manera cumplir su voluntad.

Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación se levantará para los judíos de otro lugar; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si has llegado al reino, para un tiempo como éste?
Ester 4:14

Pidamos misericordia para que Dios nos muestre su voluntad y seamos valientes para cumplir y obedecerle.
Al final él tiene un fin bueno para el que le sirve y le busca de verdad.

Si aveces, por mucho esfuerzo que hagamos en determinada situación, el acontecimiento deseado no se da, hay que respetar y aceptar la voluntad de Dios.
Hay que analizar también si éste no está en contra de la voluntad de Dios, porque de ser así, no se nos concederá.
Si por el contrario, estamos obedeciendo a Dios, quizá aún no es el tiempo ni estamos en las condiciones que él ha planeado para nosotros.

Así que permanezcamos en obediencia y pidamos Sabiduría para hacer que nuestra vida se dirija conforme a la voluntad de Dios.

Ya sea que vivamos algo malo o bueno en el presente; Tenemos que aceptar su voluntad sabiendo que nos espera lo mejor.

Porque lo que al presente es momentáneo y leve de nuestra tribulación, nos obra un sobremanera alto y eterno peso de gloria.
2 Corintios 4:17



miércoles, 3 de abril de 2013

Mensaje para la esposa: no sigas ideas de movimientos del mundo (como el feminismo)

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Juan 16:33
Hace tiempo estuve erróneamente a favor de algunas ideas promovidas por el movimiento denominado feminista.

Ignoraba su verdadera intención.

Hace unos días tuve la bendición de entender y conocer acerca de los verdaderos fines que dicho movimiento persigue.

Su verdadera intención es manipular a la mujer para que destruya al hombre y en consecuencia a la familia (incluyendo a la misma mujer).

Me di cuenta que toda esa ideología de la violencia hacia la mujer, de exigir igualdad de derechos, del empoderamiento de la mujer, entre otros temas; son meramente excusas para quitar la paz, la armonía, la convivencia y el amor en las personas, porque lo único que se logra con esto, es que exista un odio y competencia entre hombres y mujeres.


A este tipo de movimiento, no les importa en sí ayudar a la mujer, sino destruirla, al mismo tiempo que arruinan al hombre y como consecuencia a la familia.
Algo similar a lo que sucedió en el Huerto del Edén; cuando la serpiente (el enemigo) persuadió a Eva (la mujer) para hacer caer en pecado a Adán (el hombre) y con ello destruir a la humanidad.
En la actualidad sucede lo mismo, el blanco principal es: la mujer.

La mujer ha sido invadida con tantas falsas ideas.

El problema más grave, es que muchas piensan que eso es lo correcto, lo aceptan y terminan procediendo conforme a lo que les dice el mundo.

Como por ejemplo:

-Trabajan con ímpetu para desarrollarse en una profesión (porque el mundo le dice que debe realizarse y triunfar como profesionista).


-Tienen pocos hijos o ninguno, porque el mundo dice que "la familia pequeña vive mejor", cuando en la Biblia se nos dice que:


3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. 4 Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud. 5 Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.
Salmo 127: 3-5

Y cuando tienen hijos, de acuerdo a ideas del mundo piensan que es conveniente dejarlos con la abuelita, en guarderías o pagar a alguien para que los cuide y de esa manera no desatender el trabajo fuera de casa para no perder oportunidades y seguirse desarrollando profesionalmente.

-También compiten con su esposo por ser cabeza en el hogar y quieren mandar a la par de él (en algunos casos sobrepasan su autoridad).


Estas son ideas, que al principio pueden parecer correctas, porque así lo exige el mundo actual, a través de movimientos como el feminista.

Y efectivamente, para al mundo eso está bien, porque son ideas impuestas por el mundo (llaman a lo malo, bueno... Isaías 5:20); pero no te dicen, lo que hay atrás y las consecuencia de todo esto: estrés, enfermedades, precupación, divorcios, abandono de hijos, mucha aflicción y lo principal: Desobediencia a Dios.

En pocas palabas hay dolor en ti (mujer) y en tus seres queridos.

En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Juan 16:33

Leyendo la Biblia, podemos darnos cuenta que el panorama es diferente.

En primer término se le dice al ser humano (hombre y mujer) que:

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Buen entendimiento tienen todos los que ponen por obra sus mandamientos: Su loor permanece para siempre.
Salmo 111:10

El temer a Dios nos lleva a la obediencia de sus mandatos.

El fin de todo el discurso oído es éste: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
Eclesiastés 12:13

Así que, con respecto a la mujer que es esposa, es importante que ella conozca, entienda y obre conforme a la voluntad de Dios.
Hay que andar de acuerdo a los mandatos que Dios nos ha dado, para nuestro propio bien.

Menciono en breve, lo que Dios nos pide a las mujeres casadas.
Son mandatos o principios que, movimientos como el feminista, atacan (ser esposa y madre).

Nosotras fuimos creadas para ser la ayuda idónea del hombre. Somos un equipo con nuestro esposo, y nuestra función en dicho equipo, es la de ayudar. Cuando desobedecemos este principio, sólo recibimos mucho dolor. Porque en vez de que crezca nuestro Matrimonio (equipo), se viene abajo.

Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

Génesis 2:18

Comparen este principio aplicado en algún deporte donde se juegue en equipo. Cada miembro del mismo tiene una función a cumplir, para que el equipo resulte ganador. ¿Qué sucede si alguien deja su puesto y juega en uno que no le corresponde? El equipo se desequilibra, pierde fuerza y queda expuesto a ser facilmente vencido.
Por eso, es importante que nosotras como mujeres, hagamos bien el papel que nos corresponde en nuestro matrimonio (ser la ayuda idónea).

También es necesario que seamos sumisas o sujetas a nuestros esposos.

Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
Colosenses 3:18

Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus propios maridos en todo.
Efesios 5:24

Es importante que cuando haya que tomarse decisiones relevantes y trascendentes para la familia, permitamos al hombre que sea él (como cabeza) quien decida. Quizá opinemos o demos alguna sugerencia, pero al final, quien tiene la responsabilidad de decidir, es nuestro esposo y nosotras debemos respetarlo y aceptar su decisión.
Aún cuando nuestro esposo sea indrédulo a la Palabra de Dios, debemos sujetarnos a él, porque recuerda:
Asimismo vosotras, esposas, sujetaos a vuestros propios maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, al observar ellos vuestra casta conducta que es en temor
1 Pedro 3:1-2

 
En este punto es importante aclarar que si él toma una decisión equivocada, no vamos a criticarle o a hacerlo sentir mal (aún cuando nosotras habíamos preveído eso), sino que le acompañaremos y le seguiremos siendo de ayuda, para que la próxima vez, sea mejor.
En el caso de que su decisión vaya en contra de los principios de Dios, vamos a optar por obedecer a Dios (eso es lo fundamental) y no a nuestro esposo. Porque recordemos:

Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
Hechos 5:29

Otro principio bíblico es:

La mujer sabia edifica su casa: Mas la necia con sus manos la derriba.
Proverbios 14:1

Aquí tiene que ver con la atención de nuestro hogar, entre ellos, el cuidado que le damos al inmueble donde habitamos. Nuestra casa, aunque humilde, prestada, rentada, etc., debe estar bonita, cómoda y acogedora. Que sea un lugar donde nuestro esposo, nuestros hijos y nosotras querramos estar allí, por todo lo que encontramos (comodidad, paz, alegría, comprensión, apoyo, etc.).

Además este principio también nos guía hacia el cuidado de nuestros hijitos. Debemos amarlos,instruirlos y guiarlos hacia Dios. Por ello no es conveniente que la mujer esté tanto tiempo fuera del hogar, por motivo de estarse "realizando" como mujer o profesionista.

Un punto final que quiero aclarar es que, si bien la mujer puede tener un trabajo que le produzca ingresos, el mismo no tiene por qué alejarla de las responsabilidades que Dios le dio. No corresponde a la mujer ser la proveedora de la casa, esa es responsabilidad y obligación del hombre.

No es como dicen los movimientos tipo feminismo. Que la mujer puede elegir si quedarse en casa o salir a trabajar a desarrollarse profesionalmente. No es así. La mujer tiene la responsabilidad y obligación de que en su casa, todo marche bien, tiene que edificar su casa.


 




En proverbios capítulo 31 del vers. 10 en adelante tenemos la instrucción para ser una mujer virtuosa. Una mujer virtuosa es la que teme a Dios, por lo tanto le obedece y halla gracia delante de Él.

Aquí notamos a una mujer que trabaja en actividades remuneradas ( Hace telas y las vende; y provee de cintos al mercader. Prov. 31:24) pero no descuida por ello a su familia (Se levanta aun de noche, y da comida a su familia Prov. 31:15; No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles. Prov. 31:21).

Así que la mejor opción, si queremos y tenemos tiempo libre (que no tengamos bebés), para ocuparnos en un trabajo remunerado, éste debe ser a tiempo parcial y de preferencia que hagamos desde casa, saliendo de ella únicamente, el tiempo necesario para no descuidarla.



Quiero, pues, que las mujeres jóvenes se casen, engendren hijos, gobiernen su casa; que ninguna ocasión den al adversario para decir mal.
1 Timoteo 5:14

martes, 2 de abril de 2013

Inicio


Hoy inicio este blog.

El propósito es: Conocer la Palabra de Dios en nuestro diario vivir.