lunes, 14 de octubre de 2013

Jóven ¿quieres casarte?

Nota importante:
Este escrito no es mío. El autor de este mensaje, es mi papá.
Hace algunos años me compartió en una hoja de papel, este escrito y hoy, en memoria de él, que el 29 de septiembre del 2013, dejó de andar en este mundo para dormir y esperar la resurrección de los justos, hoy comparto en este blog el mensaje que mi papá escribió al jóven o a la joven que quiera casarse.


JOVEN, ¿QUIERES CASARTE?
Entonces considera lo siguiente:

1. Si pretendes a alguien o alguien te pretende a ti; primero ora a Dios, pero dentro del entendimiento (1 Corintios 14:15 “¿Qué pues? Oraré con el espíritu, más oraré también con entendimiento; cantaré con el espíritu, más cantaré también con entendimiento.”), para que su Santo Espíritu te ilumine y no te dejes llevar por tus emociones, pues dependiendo de Él, gozarás y a la vez te evitarás lágrimas, sufrimientos y heridas que quizá te durarán de por vida.


2. Como para tu noviazgo necesitas orientación, acude a tus guías espirituales (Hebreos 13:17 “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es útil.”) y a tus padres; ellos en forma desinteresada te sabrán dar el consejo atinado, porque te aman sinceramente.
            Nunca recurras a personas que te aconsejen distorcionadamente y te lleve a una posible destrucción moral.

3. Observa y considera profundamente la posición económica, intelectual y espiritual de tu pretendiente; analiza su carácter y demás, no sea que el entusiasmo te ciegue y después sufras las consecuencias respectivas; mejor desde ahora evita muchos problemas que podrán ser irresolubles.

4. Si correspondes a tu pretendiente, debes evitar el exhibirte en el Templo y por las calles y, procura conducirte con toda pulcritud y moral cristiana, pues acuérdate que los hijos de Dios deben distinguirse por su buen testimonio en todas partes. (Filipenses 4:8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad.”).

5. Es posible que te atraiga alguien por su porte, cuídate de no dejarte llevar por una pasión que tarde o temprano te traerá consecuencias, acuérdate que conoces al Señor Jesucristo y, su palabra dice no os juntéis en yugo con los infieles… (2 Corintios 6:14-18 “14 No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el fiel con el infiel?
16 ¿Y qué concierto el templo de Dios con los ídolos? porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré en ellos; y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo.
17 Por lo cual Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré,
18 Y seré a vosotros Padre, Y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.”). Por tanto es bueno ver y creer en el Señor, para un mejor éxito.

6. Un consejo no por demás: cuando ya se tuvo una experiencia amorosa, con mayor cuidado no se deben cometer más errores en cuestión del amor. Condúcete sabiamente e inteligentemente, no todos, ni todas son iguales; no todos son de bajas pasiones, ni unos tienen la culpa de otros fracasos; se debe desechar todo tipo de venganza y de hacer daño a otros, esto es impropio. Lo mejor es conducirte cristianamente y espera en Dios (Romanos 12:19 “No os venguéis vosotros mismos, amados míos; antes dad lugar a la ira; porque escrito está: Mía es la venganza: yo pagaré, dice el Señor.”); esto es para las personas que ya tuvieron alguna experiencia en la vida.

7. Si ya tienes compromiso o vas a tenerlo, piensa en que tu noviazgo te llevará al matrimonio y a la felicidad, si es que lo haces dentro de la voluntad de Dios.
            El matrimonio es una honra a Dios, a tu Iglesia, a tus padres y a ti mismo, junto con tu ser amado. Si Dios te une, solo la muerte podrá separarte. (Mateo 19:6 “Así que, no son ya más dos, sino una carne: por tanto, lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre.”).

Esperamos que estos consejos sean de alguna utilidad en el amor de Dios.