domingo, 23 de junio de 2013

Vivir para Dios, no para el mundo

He visto de manera generalizada que las personas se afanan por prosperar, por lograr metas, sueños, proyectos, etc.

Se ha impuesto una falsa idea de que el ser humano tiene que triunfar en lo que hace, tiene que alcanzar reconocimiento de los otros y por ello ha de ponerse objetivos, trazarse metas, tener un propósito en su vida, cumplir una misión, etc.

Muchas personas conducen diariamente su vida de esta forma, logrando con esto tener vidas insatisfechas, desgraciadas, amargadas, frustradas y con ansias.
Pero en realidad ni saben qué es exactamente lo que esperan alcanzar.

Y luego, cuando llegan a una edad mayor, se dan cuenta que desperdiciaron muchos años de sus vidas en cosas vanas.

¿Por qué sucede esto?
Porque estas personas se afanan por vivir sus propias vidas, sin Dios.

Sin Dios nunca se va a tener una vida plena. Siempre se tendrá un vacío, aun cuando se tengan muchas riquezas materiales y éxito ante el mundo.

Sólo cuando la persona se rinde ante Dios y le entrega su vida completamente a Él, entonces podrá tener una vida llena, sin importar cuál sea su situación.


Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque, ¿qué aprovechará el hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? O, ¿qué recompensa dará el hombre por su alma?
Mateo 26:24-26

Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, éste la salvará.
Marcos 8:35

La Escritura nos dice:

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y súplica, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7

Así que por más trabajo, esfuerzo, dedicación, constancia, etc. que pongamos a un sueño, una meta, un proyecto o cualquier asunto semejante, si no es la voluntad de Dios, el tal asunto no se tendrá.

Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guarda.
Salmo 127:1

Así que lo que tenemos que hacer es Confiar en Dios, Él sabe lo que es mejor para nosotros y por qué quiere que nos suceda tal suceso u otro (sea bueno o malo).

Por lo común en las predicaciones que he oído, se habla de los profetas, siervos, apóstoles, como: Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Samuel, Elías, Daniel, Pablo, etc.
Que efectivamente tuvieron importantes mandatos que Dios les dio y que ellos cumplieron fielmente.

Pero en la Biblia se habla de otro tipo de personas también, que si bien, no llevaron una vida del todo reconocida por otros, y quizá únicamente se les menciona una sola vez en la Biblia, en algunos casos, ni se nos hace saber su nombre; dichas personas también fueron usadas por Dios y mediante ellas Él cumplió un propósito.

Por ejemplo el ciego que estaba en esa condición desde nacimiento: Juan 9: 1-3

1 Y pasando Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.
2 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciese ciego?
3 Respondió Jesús: No es que haya pecado éste, ni sus padres; sino para que las obras de Dios se manifestasen en él.

O la mujer cananea que clamaba al Señor que su hija fuera sana: Mateo 15: 21-28

21 Y saliendo Jesús de allí, se fue a las partes de Tiro y de Sidón.
22 Y he aquí una mujer cananea, que había salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está enferma, poseída del demonio.
23 Mas él no le respondió palabra. Entonces llegándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despáchala, pues da voces tras nosotros.
24 Y él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la Casa de Israel.
25 Entonces ella vino, y le adoró, diciendo: Señor socórreme.
26 Y respondiendo él, dijo: No es bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
27 Y ella dijo: Sí, Señor; más los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores.
28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres. Y fue sana su hija desde aquella hora.


O la mujer que sufrió 12 años de flujo de sangre y por su Fe fue sana y salva: Marcos 5: 25-29

25 Y una mujer que estaba con flujo de sangre doce años hacía,
26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,
27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su vestido.
28 Porque decía: Si tocare tan solamente su vestido, seré salva.
29 Luego la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que era sana de aquel azote.


O el paralítico que bajaron por el techo: Lucas 5: 17-26

17 Y aconteció un día, que Él estaba enseñando, y los fariseos y doctores de la ley estaban sentados; los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén: Y el poder del Señor estaba allí para sanarlos.
18 Y he aquí unos hombres que traían sobre un lecho a un hombre que estaba paralítico; y procuraban meterle, y ponerle delante de Él.
19 Y no hallando por dónde meterlo a causa de la multitud, subieron a la azotea y por el tejado lo bajaron con el lecho y lo pusieron en medio, delante de Jesús.
20 Y al ver Él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.
21 Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a murmurar, diciendo: ¿Quién es Éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?
22 Y Jesús, percibiendo los pensamientos de ellos, respondió y les dijo: ¿Qué pensáis en vuestros corazones?
23 ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?
24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti digo, levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
25 Y al instante, se levantó en presencia de ellos, y tomando el lecho en que había estado acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios.
26 Y todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas.

O Marta, la hermana de Lázaro, cuando fue al sepulcro de su hermano y pensó que ya el cuerpo estaría en mal estado: Juan 11:39-40



39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?



 
O la mujer profetisa llamada Ana, como de 84 años de edad, viuda y que pudo ver al Señor Jesucristo cuando fue traído por José y María al templo: Lucas 2:36-38

36 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Phanuel, de la tribu de Aser; la
cual había venido en grande edad, y había vivido con su marido siete años desde su virginidad;
37 Y era viuda de hasta ochenta y cuatro años, que no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.
38 Y ésta, sobreviniendo en la misma hora, juntamente confesaba al Señor, y hablaba de él á todos los que esperaban la redención en Jerusalem.


Y así, existen muchas personas más, que no llevaron una vida de reconocimiento social, personas que llevaron una vida de aflicción en muchos casos, de grandes y dolorosas enfermedades, vidas sufridas, lastimosas, etc. Y sin embargo era necesario que así se hiciera, porque a través de estas personas, Dios nos mostró su Gloria, su Poder, su Misericordia, su Amor y Salvación.

En algunos casos, por un único acto es que sabemos de estas personas; pero precisamente ese único momento era el que Dios tenía reservado y planeado para ellas.

No te afanes por llevar una vida ostentosa de reconocimiento por la gente, no te afanes en lograr puestos importantes ante el mundo, no busques que tus familiares, amigos o conocidos hablen bien de ti, no te fatigues en tener una empresa grande y exitosa, una familia que sea bien vista ante otros, títulos académicos de alto nivel, etc., no busques eso, no te jactes con eso, ni pienses que eso es el todo de la vida.

Dios te pide humildad, humillarte delante de Él, recuerda que en el reino de Dios "El mayor es el que sirve"

24 Y hubo entre ellos una contienda, quién de ellos parecía ser el mayor. 25 Entonces él les dijo: Los reyes de las gentes se enseñorean de ellas; y los que sobre ellas tienen potestad, son llamados bienhechores:
26 Mas vosotros, no así: antes el que es mayor entre vosotros, sea como el más mozo; y el que es príncipe, como el que sirve.
 27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta á la mesa, ó el que sirve? ¿No es el que se sienta á la mesa? Y yo soy entre vosotros como el que sirve.
Lucas 22: 24:27

Como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Mateo 20:28

Si en algo has de tener cuidado y hacer cada día, que sea en hallar gracia delante de Dios.
Y para eso, has de ser como el más humilde y último de sus siervos.

Recuerda, no es como el mundo te dice, que luches, que te esfuerces, que trabajes, etc.

Porque el Señor nos reconforta a llevar su carga y de esa manera descansar:

28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
30 Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Mateo 11:28-30


Cuando puedes decir:

Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2: 20

Te das cuenta que no tiene sentido afanarte por lo que el mundo te ofrece, todo eso es vanidad.

Ya no vives tú, es Cristo el que vive a través de ti y todas tus obras serán de Él y para dar la Gloria a Dios en todo momento.

Porque Él es quien hace la obra, y tú su instrumento, en quien se ha complacido y agradado para usar.
Puede ser que tu vida afligida que llevas, sea la voluntad de Dios, porque de esa manera, es como podrá obrar un milagro y mostrar así su gloria a través de tu vida.

Recuerda, en la Biblia encontramos muchas historias de personas que son muy reconocidas y otras no tanto y sin embargo todas ellas cumplieron la voluntad de Dios, hallaron gracia delante de Él y han sido salvas para vivir eternamente con Dios, el Creador y digno de suprema Alabanza.

No busquemos nuestra gloria, sino que sea manifiesta la Gloria de Dios en todo momento.  

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